Hoy no salimos.
El trabajo de campo se desarrolla en el pasillo distribuidor del primer piso del edificio diseñado por los arquitectos valencianos Emilio Giménez y Carlos Salvadores.
La premisa, observar las formas orgánicas de las escaleras que se elevan hacia el segundo piso y descienden al vestíbulo.
Más tarde, dibujar con nuestro índice y nuestra imaginación una primera curva y líneas inclinadas, para enseñarle a nuestra mano el camino a seguir ocupando toda la superficie del papel.
Puedes seguir viendo más imágenes...
Llega el momento de dibujar.
Con rotulador negro de punta redonda o de pincel plasmamos nuestra mirada en la hoja.
No hay dibujo previo a lápiz (ni goma de borrar) para eliminar la posibilidad de rectificar y ganar en seguridad.
Es un riesgo que podemos asumir.
Utilizamos distintos grosores de línea para realzar el efecto de profundidad.
El resultado vuelve a dejarme impresionado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario